Esta era una chica, que estaba indecisa, porque no sabía con cuál de los dos pretendientes casarse. Uno es un contador, y el otro es un militar. Al verse con la duda, le pregunta a su madre:
¿Con cuál de los dos me caso, mamá?
No lo pienses dos veces hija. Cásate con el militar, que es el que te conviene.
¿Por qué dices eso, mamá?
Mira, ellos, se levantan temprano, arreglan la cama, hacen su desayuno, y además reciben órdenes.
-Señor policía no encuentro a mi mujer, mire es gorda, fea, bizca, chueca y tiene la cara llena de granos.
El policía contesta:
-Y entonces para que idiotez la busca.
¡Adiós fea!
La mujer indignada se da media vuelta y le dice:
¡Borracho!
El borracho con una sonrisa le dice:
Sí, pero a mí, mañana se me pasa.
¿Señor, le quedaron empanadas?
El tendero responde:
Sí, si quedan.
Y dice Jaimito:
¡Para qué hizo tantas!
Pues el toro, porque si uno no se quita...
Puedes pedir un deseo.
A lo que el atlante entusiasmado dijo:
Deseo un puente desde Europa hasta América.
A lo cual el genio le contestó:
No, eso es demasiado, pide otra cosa.
Bueno, dijo el atlante, entonces deseo que los atlantes seamos inteligentes.
A lo que el genio contestó:
¿Hasta dónde era el puente?
¡Buenos días, señor!, deseo entrevistar a la persona de mayor edad de esta casa.
Sí como no, permítame, se voltea y grita: ¡Mamaaaaaá necesitan a mi abueliiiiitoooo!
Va uno y dice:
Hipercentro.
Otro:
Hipermercado.
¡Muy bien!
Y va Manolo y dice:
Farmacia.
¿Cómo farmacia?
Sí, farmacia hiperfumeria.
El cantinero asombrado al ver al caballo hablando, le dice:
Son 6 dólares.
El caballo saca un billete, le paga y se levanta para irse. El cantinero sorprendido le dice:
No se vaya, es la primera vez que un caballo me pide un trago, y el caballo le contesta:
Y será la última, señor mío, ¡Con esos precios!
Papi, ¿Puedo ir a la fiesta de cumpleaños del niño rico que se mudó en la esquina?
El padre le dice que sí, pero que esté en casa antes de las 7:00 pm de la noche.
Luego más tarde pasan las 7, las 8, las 9, ya toda la familia está reunida en la casa del niño, y todos preocupados, y a eso de las 11:00 pm el niño llega a la casa con el ojo morado y la cara desbaratada.
El padre preocupado le pregunta:
Mi hijo, ¿Qué te pasó?
Nada papi, que rompieron la piñata y a mí me cayó un televisor y un DVD.
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