Se acerca un individuo al portero de una sala:
Oiga, ¿Es aquí donde se celebra el concurso de vagos?
Sí señor, entre usted.
No, a mí, que me entren.
Si nosotros lo comemos, nos moriríamos. Y esto comen los muertos, ¿qué es?
Nada.
¿Por qué?
NADA es más grande que el espacio infinito, NADA es más chico que un átomo. Si nosotros comenos NADA, nos moriríamos. Y los muertos no comen NADA.
¡Extra, extra, 48 personas estafadas en un día!
Un señor que estaba cerca le dice:
Por favor, déjeme uno.
El chico le entrega el periódico al señor y sigue gritando:
¡Extra, extra, 49 personas estafadas en un día!
¡A que yo paro ese camión!
El otro ratoncito asombrado y asustado le dice:
¿Estas loco?
Pero aún así el ratoncito, muy borracho por cierto, se lanza al medio de la calle y coloca sus dos manitas al frente como para aguantar al camión y le grita a su amigo, aún en la acera:
Ya veras que lo voy a detener.
En eso el conductor del camión siente un golpe fuerte debajo del camión y es un neumático que se desinfla, de repente comienzan las maniobras para detener el camión hasta que lo logra y justo al detenerse la rueda delantera queda en las manitas del ratoncito quien le grita a su compañero en la acera:
¡Yo si soy fuerte! ¿Verdad?
En eso el conductor del camión se baja y revisa los cauchos y luego de ubicar el problema se queja de su mala suerte y menciona que tendrá que sacar el gato a lo que el ratoncito, que está deteniendo el camión, le responde:
¡No, no! ¡Si sacas al gato te volteo el camión!
Luisito un diez.
Pedrito un ocho.
Juanito un seis.
Jaimito un cero.
Oiga profesor, ¿Y por qué a mí un cero?
Porque has copiado el examen de Pedrito.
¿Y usted cómo lo sabe?
Porque las cuatro primeras preguntas, están iguales, y en la última pregunta Pedrito respondió: "Esa, no me la sé" y tu has puesto: "Yo tampoco".
¿Qué estás haciendo, Venancio?
¡Hombre, que estoy leyendo una novela!
¡Oye, pero que eso no es una novela, que es la guía telefónica!
¡Carajo, con razón ya se me hacían muchos los personajes!
Pero, ¿Qué tienes?
Es que te preparé una comida deliciosa, pero el perro se la comió.
No llores, ¡Ya compraremos otro perro!
Hermanos, hoy vamos a hablar de la mentira y de los mentirosos.
¿Cuántos de vosotros recordáis qué dice el capítulo 32 de San Lucas?
Todo el mundo levanta la mano.
Precisamente, a eso me refiero. El evangelio de San Lucas sólo tiene 24 capítulos.
¿Por qué usted no se pone a trabajar?
Y el pobre le dijo:
¡Le pedí limosna no consejos!
¿Cuál es su nombre?
Y le contesta:
Ja ja y me río.
El inspector molesto le dice:
No se ría, sino me dice su nombre lo llevo detenido.
Y le dice:
Ja ja y me río.
El inspector lo lleva detenido y lee la licencia de conducir que decía:
Jaime Río, tartamudo.
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